Como todos sabemos, el creador y fundador de lo que es Apple hoy, fue Steve Jobs. Un joven estadounidense que, junto con un amigo suyo, en el garaje de su casa comenzó todo. Sin duda fue un genio insaciable, que amaba todo lo que quería y lo que hacia, que nunca se daba por vencido, incluso en los peores momentos de su vida. Su empresa fue la que revolucionó el mercado con su lanzamiento del primer ordenador personal. Consiguió cambiar el concepto de la tecnología en sí.
Todo empezó cuando su madre biológica decidió darle en adopción con la condición de que quien le adoptara, tuviese estudios universitarios. Así fue, cuando llego el momento, sus padres adoptivos, con los ahorros de toda su vida, enviaron a Steve Jobs a la universidad de Reed. Sin embargo, unos meses mas tarde decidió abandonar la carrera, sentía que se estaba gastando el dinero de sus padres sin motivo.
Jobs siguió su curiosidad e intuición en todo momento, cosa que mas adelante, no tendría precio. Por aquel entonces, la universidad de Reed ofrecía el mejor curso de caligrafía y decidió meterse. Le fascinó. No fue hasta 10 años después cuando se dio cuenta de lo que le sirvió realmente. Fue con la primera creación del Macintosh, sin ese curso Mac no sería lo que es hoy.
Se puede decir que Jobs tuvo mucha suerte al encontrar lo que de verdad amaba hacer muy temprano. A pesar de las dificultades por las que tuvo que pasar como su enfermedad o los grandes problemas con los socios. Sin embargo, supo encaminar su vida y acabar dirigiendo una de las mayores empresas de animación. Creó Next y Pixar. Y por supuesto mas tarde volvió a entrar en Apple.
Steve Jobs tuvo mucho éxito a lo largo de su carrera profesional, tanto por su ambición como por su perseverancia y su infinita creatividad e intuición.
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